A mediados de la década de los 90, en la mayoría de los parques de toda China podía encontrarse a
los practicantes de Falun Gong realizando sus característicos ejercicios de qigong. Las anécdotas de
los beneficios de Falun Gong viajaron rápidamente por toda China, y el número de personas que
practicaban creció rápidamente, de boca a boca. Para 1999, cerca de 100 millones de personas en
China practicaban Falun Gong.
Hay cientos de relatos personales sobre los beneficios para la salud que han experimentado quienes
practican Falun Gong. Algunos disfrutan de una mayor energía y menos estrés. Otros han perdido el
deseo de fumar, abandonando finalmente el tabaco y otras adicciones. Muchos que tenían mala salud o
enfermedades crónicas vieron ayudas en la mejora y recuperación de su salud. Estos relatos tienen un
punto en común: todas estas personas atribuyen sus mejorías a Falun Dafa.